El parto suele ser un proceso doloroso. Generalmente el dolor puede ir en aumento, pero no hay grandes diferencias entre dilatación y expulsivo, aunque lógicamente cada caso es diferente. La tolerancia y la vivencia del dolor del parto puede ser muy variable en cada mujer, y por lo tanto no debe idealizarse un sólo tipo de analgesia durante el parto.
Puede ser normal experimentar el parto sin ningún tipo de anestesia, que la madre prefiera recibir una cierta ayuda, farmacológica o no, o incluso optar por una anestesia epidural, que elimina completamente el dolor. Cada una de estas opciones tiene sus pros y sus contras.
¿Qué métodos no farmacológicos existen para aliviar el dolor durante el parto?
Masaje
Con la manipulación de tejidos blandos se consigue relajar los músculos que están más contraídos además de disminuir la ansiedad de la mujer.
Hidroterapia
El sumergirse en agua caliente durante la dilatación puede ser muy positivo para algunas mujeres, dado que ayuda a la relajación, lo cual puede reducir la ansiedad. No existen evidencias de que acorte el parto, pero puede mejorar mucho la percepción y subjetivamente convertirlo en un proceso más corto. La temperatura del agua no debe superar los 37ºC y no se aconseja estar más de 2h. Se recomienda empezar la inmersión cuando se esté en una dilatación de 5cm. El romper bolsa no contraindica la inmersión en agua.
Distracción
Se trata de una protección sensorial que permita a la gestante aumentar otros estímulos sensoriales, sobre todo, auditivos, visuales y táctico-cinéticos (música, moverse…)
Esferodinamia
Consiste en el uso de un balón en el que se sienta la mujer separando las piernas y realizando movimientos de la pelvis. Estos movimientos pueden ser circulares, de adelanta para atrás… con el objetivo de mover la pelvis y ayudar en el encajamiento del bebé.
Relajación
Utilizando técnicas de relajación (visualización, respiración) se consigue disminuir el nivel de ansiedad de la mama además de controlar la respiración y aumenta la sensación de control durante el parto.
Inyección de agua estéril
Algunos autores médicos han propuesto la administración de agua estéril (0.1-0.5ml) a ambos lados de la columna vertebral (en el rombo de Michaelis que está en la región lumbosacra) como método analgésico. Esta analgesia podría ser efectiva para el dolor lumbar pero no para el dolor abdominal ni perineal, aunque existen pocas evidencias científicas.
TENS
El TENS consiste en la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea en la zona que se quiera reducir el dolor. La mujer controla, mediante un pulsador, cuando desea recibir el estímulo eléctrico de mayor intensidad, pudiendo regularla según las necesidades. La teoría del TENS es que el estímulo eléctrico viaja más rápido que el doloroso y por tanto bloquea la señal del dolor. Se recomienda su uso al inicio del parto, cuando el dolor todavía no es demasiado intenso. No existen tampoco demasiadas evidencias científicas sobre su efectividad.
¿Qué métodos farmacológicos existen para aliviar el dolor durante el parto?
El óxido nitroso, también llamado el gas de la risa, es un gas inhalado formado al 50% por oxido nitroso y oxígeno, que se usa para aliviar el dolor de la mujer durante el periodo de dilatación. Es fácil de administrar, tiene un inicio y duración de efecto corto, no afecta a las contracciones uterinas ni al bebé. El efecto de este gas no es anestésico sino que ayuda a relajar a la madre durante las contracciones.
La mujer debe iniciar a inspirar óxido nitroso justo antes del inicio de la contracción para que el efecto del gas sea máximo en el momento máximo de la contracción. Durante su uso se deberá controlar la respiración de la mujer así como que es recomendable que esté sentada o estirada en la cama para evitar mareos si estuviera de pie. Existe evidencia científica de que el óxido nitroso es seguro para madre y feto, y de que mejora la percepción del parto de forma objetiva. Está aceptado como método analgésico por diversas sociedades científicas internacionales.
La analgesia epidural
La analgesia epidural es una opción analgésica muy habitual que se ofrece a las mujeres durante el trabajo de parto para aliviar el dolor.Se recomienda poner la analgesia a partir de los 3 o 4 cm de dilatación, cuando las contracciones ya se han instaurado, hasta el momento en que poner la analgesia epidural no sería eficaz, es decir, parto inminente.
Es la mujer quién debe decidir cuándo desea ponerse la analgesia epidural, y junto con la matrona decidirán el momento más adecuado para su administración valorando las necesidades de la mujer y la evolución del parto. La analgesia epidural es muy segura pero debe utilizarse siempre por profesionales especialistas. Su principal ventaja es que elimina de forma completa el dolor, y su principal inconveniente que puede incrementar discretamente la duración del expulsivo y la necesidad de un parto instrumentado.